viernes, 20 de marzo de 2015

Alberto Manguel. "El viajero, la torre y la larva". El lector como metáfora (FCE, 2015)


Leer es un misterio. Con la mirada captamos las letras que poco a poco, vaya usted a saber gracias a qué alquimia, se ensamblan en algún lugar de la mente y nos permiten viajar por todos los rincones del planeta, aislarnos del fragor cotidiano o alimentar el espíritu. Esas actividades le sirven a Alberto Manguel para identificar tres imágenes con las que podríamos aspirar a comprender el luminoso enigma de la lectura. Convencido de que toda metáfora es una confesión de la incapacidad del lenguaje para permitirnos la comunicación directa, el autor de La biblioteca de noche plantea en esta obra que el lector puede ser entendido como un viajero que se desplaza por las páginas del universo, como un erudito guarecido en su torre de marfil o como una larva glotona que engulle libro tras libro, sin digerir nada.
Esas lúcidas intuiciones, fortalecidas con referencias literarias y pictóricas —de las Confesiones de Agustín de Hipona al embriagador periplo de Dante, de ciertos grabados medievales en que se caricaturiza al lector a los detallistas cuadros del Bosco, de don Quijote a la desopilante mancuerna que forman Bouvard y Pécuchet—, son el punto de partida de estos ensayos sobre las virtudes y los peligros de leer, escritos con el sutil humor y el vasto acervo libresco de alguien que sabe que "somos criaturas lectoras".