jueves, 24 de enero de 2013

Pablo E. Chacón. Relanzan una nueva versión de "El despertar de la primavera" (Télam)

El despertar de la primavera, la pieza del dramaturgo alemán Frank Wedekind, conoce una nueva versión gracias al esfuerzo de Pablo Peusner, quien además agregó la intervención de Sigmund Freud frente a la Sociedad Psicoanalítica de Viena en febrero de 1907, y los comentarios que Jacques Lacan hizo de esas palabras.


El libro, publicado por la casa Letra Viva, se benefició del trabajo de Peusner, también psicoanalista, ensayista (y traductor), con el objeto de poner otra vez en circulación la obra y reactivar la discusión sobre el pasaje de la niñez a la pubertad, acaso la razón por la que el subtítulo original sea “una tragedia infantil”.

Wedekind nació en 1864 y falleció en 1918; hijo de un médico ginecólogo y una cantante estadounidense -segundo de seis hermanos-, a los ocho años fundó la Confederación de poetas Senatus Poeticus que -al contrario de cierto rumor echado a correr por voces maliciosas- jamás inspiró “La sociedad de los poetas muertos”, la película de Peter Weir con Robin Williams como actor principal.


El despertar de la primavera es la obra más conocida de Wedekind y era casi imposible que su estreno en Viena pasara desapercibido para los pioneros de la ciencia del inconsciente; escrita entre el otoño de 1890 y las Pascuas de 1891, la mítica “Sociedad de los Miércoles”, reunida en 1907,  discutió la pieza en presencia de Freud; la intervención estuvo a cargo de Rudolf Reitler.

En la reunión  también estaban, además de Freud y de Ratler Alfred Adler, Paul Federn, Hugo Heller, Eduardo Hitschmann, Max Kahane, Otto Rank e Isidor Sadger.

Escribe Peusner: “La obra de Wedekind había sido motivo de escándalo en la época de su estreno debido fundamentalmente a su temática referida a la sexualidad de los jóvenes, y porque además incluía escenas de homosexualidad y de suicidio”.

Y agrega: “según consta en las Actas de la Sociedad Psicoanalítica de Viena, la exposición de Reitler fue meticulosa y se desarrolló como un comentario de la obra escena por escena (…) Además, la intervención produjo  algunas hipótesis acerca de la posición de Wedekind ante los problemas del ateísmo y la pérdida de la autoridad parental”.

“Al tomar Freud la palabra, calificó a la pieza de `meritoria`, si bien afirmó que `no es una obra de arte, (…) es válida como documento de la historia de la civilización. Según Freud, Wedekind alcanzó una profunda comprensión de la sexualidad sin ser consciente de ella”.

¿Los personajes? Melchor, atormentado por su ignorancia respecto de la sexualidad; Wendla, que provoca a su madre acerca de los secretos de la concepción; Mauricio, el nerd aplicado; y Martha, abusada por su padre. El despertar de la primavera es tan contemporánea como en 1891 y la primavera de Wedekind un infierno parecido al de las megalópolis contemporáneas.


La nota completa, en el sitio de Télam, haciendo clic aquí
Agradezco personalmente a Pablo Chacón por sus palabras